Familiares y amigos de Pablo Ferraris celebraron la sentencia con la que Emanuel Caporella y Norberto Guzmán quedan detenidos en prisión. "Hay mucha violencia en la calle, pero se empieza por meter a gente así en la cárcel", expresaron.
Familiares de Pablo Ferraris estuvieron presentes en la sala de Tribunal Oral en lo Criminal Oral N°2 cuando la secretaria de los jueces leyó que Emanuel Caporella era condenado a 13 años de prisión por su muerte y Norberto Guzmán a 11.
“Son muchos sentimientos. Sentimos alivio porque llegamos a pensar que no iban a ser condenados”, cuenta Gabriela, quien tuvo que contener a su madre que estalló en llantos al escuchar que los responsables por el asesinato de su hijo en agosto de 2017 irían a la cárcel.
“Nosotros teníamos miedo de que quedaran en libertad y que no hubiese justicia. Ahora empieza una nueva etapa, poder hacer el duelo y creer que dentro de todo se hizo justicia por mi hermano”, dice Gabriela y agrega: “Igualmente, una condena no devuelve a mi hermano”.
Gabriele dice que tras el asesinato de su hermano Pablo Ferraris, una de las situaciones más difíciles que le tocó fue ver sufrir a su mamá y papá. Para la hermana de la víctima, también fue muy duro saber que Caporella tenía salidas transitorias laborales y Guzmán estaba en libertad.
“Nos llegaban comentarios en el barrio de que estaban libres y llegamos a creer que la Justicia no estaba actuando. Nosotros no pusimos abogados porque confiábamos que él (Caporella) estaba preso hasta el día del juicio y enterarnos que tenía salidas laborales fue un dolor muy grande”, expresa.
“Nosotros somos gente de trabajo, tranquila y no podíamos tomar ninguna medida y era indignante, no sabíamos qué hacer. Creemos que esto es lo justo: que le saquen las salidas laborales y que cumpla su condena por asesinato. Esto fue un asesinato y ambos lo hicieron, son gente que se maneja así. Basta de esta gente en la calle”, dice Gabriela mientras abraza una bandera que dice: “Justicia por Pablo”.
Durante el juicio, mucho se habló de la escalada de violencia en las calles, en los barrios. En este caso fue una discusión entre un mecánico (Caporella) y un cliente (Ferraris) que derivó en insultos, amenazas, golpes de puño y, finalmente, en disparos y asesinato.
Sobre est asituación, Gabriela Ferraris considera que la sentencia “puede servir para frenar la violencia en el barrio”.
“Uno ve que todo es injusto y puede terminar reaccionando mal. Uno llega a pensar que no hay justicia, se cansa y de alguna manera uno quiere sentir justicia. La vida de mi hermano no la paga nadie. Se vive con mucha violencia en la calle, pero por algo se empieza, por meter a gente así en la cárcel, que anda armada y decide por la vida de otros”, concluye la hermana del hombre que fue asesinado por su mecánico, tras una discusión por un mal arreglo a una camioneta.